Moshé nos enseña más de una vez que debemos sentir alegría en la tierra de Israel, la tierra que nos fue dada por Dios, el lugar hacia el cual ha sido la travesía de toda la vida judía desde los días de Abraham y Sara. Ahí, dijo Moshé, celebrarás el amor entre el pequeño, y de alguna forma insignificante pueblo, y el Dios que, tomándolo como propio, lo elevó a la grandeza.
Será allí, dijo Moshé, que toda la enmarañada narrativa de la historia judía se volverá lúcida, donde todo un pueblo cantarán juntos, rezarán juntos y celebrarán las festividades juntos, sabiendo que la historia no trata de imperio o conquista, ni la sociedad de jerarquía y poder, que el hombre común y el rey, el israelita y el sacerdote son todos iguales ante la visión de Dios, todas voces de su coro sagrado, todos bailarines en el círculo en cuyo centro está la radiación Divina. De esto se trata el pacto: de la transformación de la condición humana a través de lo que Wordsworth llamó “el poder profundo de la alegría.”
Aristóteles dijo que el fin último de la existencia humana es la felicidad. Deseamos muchas cosas, pero generalmente como medio para otro objetivo. Sólo una cosa es siempre deseable en sí misma y no como medio indirecto, y esa es la felicidad.
Existe una idea similar en el judaísmo. La palabra bíblica para felicidad, ashrei, es la primera palabra del Libro de Salmos y es una palabra es nuestras tefilot diarias. Pero con mucha más frecuencia el Tanaj se refiere a simja, alegría, y son dos cosas distintas. La felicidad es algo que puede sentirse en forma individual, pero la alegría, en el Tanaj, es lo que se comparte con otros. En una de las más extraordinarias frases de la Torá, Moshé dice que las maldiciones que caerán sobre la nación serán, no por haber servido a ídolos o por haber abandonado a Dios sino “por no haber servido al Señor tu Dios con alegría y regocijo por la abundancia de todas las cosas” (Devarim 28:47). El hecho de no hacerlo es la primera señal de decadencia y deterioro.
Hay otras diferencias. La felicidad es algo de toda la vida pero la alegría es del momento. La felicidad tiende a ser una emoción calma, la alegría impulsa a cantar y bailar. Es difícil ser feliz en momentos de incertidumbre, pero igual se pueden tener momentos de alegría.
Es cierto, la vida está llena de penas y sinsabores, problemas y dolor, pero bajo todo eso es un milagro que estemos aquí, en un universo repleto de belleza, entre gente que llevan, cada una, un trazo de la cara de Dios.
Kirkegaard una vez escribió: “Se necesita coraje moral para penar. Se necesita coraje religioso para regocijarse.” Creo en esto con todo mi corazón. Me moviliza la forma en que los judíos, que saben lo que significa caminar por el valle de las sombras de la muerte, aún ven la alegría como la emoción religiosa suprema. Cada día comenzamos los rezos matinales con Modé Aní, seguido por una letanía de agradecimientos. Agradecemos a Dios por estar aquí, en el mundo en el que vivimos, con familia y amigos a quienes amar y por quienes ser amados, por comenzar un día lleno de posibilidades, en el cual, mediante actos de bondad amorosa, permitimos que la presencia de Dios fluya a través de nosotros en la vida de otros. La alegría contribuye a sanar las heridas de nuestro mundo lastimado y problematizado.
¿Cuál es la diferencia entre alegría y felicidad?
¿Por cuál crees que las personas se esfuerzan más por encontrar?
¿Cómo puedes alcanzar la alegría en tu vida?
Compartiendo la alegría con otros
Por El Rabino Nicky Liss
En el ensayo de esta semana, el Rabino Sacks habla acerca del poder de la alegría pura y radiante, y cómo ésta nos puede ayudar a curar algunas de las heridas de nuestro mundo. La alegría, dice, a diferencia de la felicidad, es algo que compartes con los demás. Y la alegría era una parte central del enfoque de la vida para el Rabino Sacks. Como dice el Rey David en Tehilim (100:2) ivdu et Hashem besimjá – “sirve al Señor con alegría” – yo sentí esta sensación de alegría en (al menos) dos ocasiones memorables con el Rabino Sacks.
La primera fue en el Consejo Rabínico de la conferencia de United Synagogue en febrero de 2013. Recuerdo vívidamente al Rabino Sacks liderando unos cantos inspiradores en un kumzitz tarde en la noche. Entre las canciones, él y nuestro becario en residencia el Rabino Herschel Schachter (Rosh Yeshiva en Yeshiva University), hablaron apasionadamente acerca de varios maestros que dieron forma a la travesía de sus vidas. Esa noche fue un ejemplo de alegría pura y radiante, y nos ayudó a pensar acerca de nuestras propias travesías como rabinos.
En otra ocasión, ese mismo año, en una visita a Highgate un viernes por la noche experimentamos un Kabalat Shabat como ningún otro, cuando el Rabino Sacks acercó nuestra comunidad a Hashem con una tefilá emocionante y hermosa. Después de Kabalat Shabat, se levantó para hablar desde el púlpito, pero sintiendo la distancia que esto creaba entre él y la entusiasmada comunidad, bajó los escalones hacia la comunidad, donde se paró y compartió un poderoso divrei Torá con nosotros.
Esa noche, a través del rezo y las palabras de sabiduría que compartió, pudimos sentir lo que el Rabino Sacks escribió en su ensayo acerca de permitir que la presencia de Dios fluya a través de nosotros hacia la vida de otros.
UNA MIRADA MÁS CERCANA
El Rabino Liss comparte algunas de las ideas más profundas que aprendió del Rabino Sacks.
¿Cuál es tu cita favorita del Rabino Sacks y por qué?
El Rabino Sacks lanzó su serie Diez caminos a Dios en el Shul de Highgate en noviembre de 2018, y en durante el cierre de la primera sesión del programa, enseñó: “Nuestra tareas es ser sinceros a nuestra fe y una bendición para otros: una bendición para otros porque somos sinceros a nuestra fe. Ser judío es traer redención, un día a la vez, un acto a la vez. Cada mitzvá, cada palabra o acto amable, cada acto de compartir lo que tenemos con otros, acerca la Divina Presencia al mundo. Al reconocer la imagen de Dios en otras personas, ayudamos a recrear el mundo a imagen de Dios.”
Esta cita es un ejemplo del comportamiento que lleva a una alegría pura, profunda y radiante que nos ayuda a curar algunas de las heridas de nuestro mundo plagado de problemas.
¿Puedes compartir algo que aprendiste del propio Rabino Sacks?
Hay muchas lecciones que el Rabino Sacks nos enseñó. Voy a compartir tres mensajes que tuvieron un impacto en mí:
La importancia de encontrar esperanza en cualquier situación
La habilidad de sacar lo mejor de las personas
Un verdadero entendimiento de la humildad: “La humildad, la verdadera humildad, es una de las virtudes más expansivas y que más mejoran la vida. No significa subestimarse a uno mismo. Significa valorar a otras personas. Señala una cierta apertura a la grandeza de la vida y a la capacidad de ser sorprendido, elevado, por la bondad donde sea que uno la encuentre.” (The Tablet, 1 de Abril de 2000, 451)
Como el Rabino Sacks escribió en su elegía acerca del fallecido Sir Martin Gilbert, “Lo vamos a extrañar profundamente, pero como dijeron los sabios ‘sus palabras serán su memorial’ y durarán por siempre.”
Trivia de Torá
P: ¿En qué parte de esta parashá podemos encontrar la costumbre de no casarnos en Jol Hamoed Pesaj y Jol Hamoed Sucot?
Adaptado de Tora IQ de David Woolf, una colección de 1500 acertijos sobre la Torá, disponible en todo el mundo en Amazon.
Complemento educativo
Trivia de Torá: la respuesta de esta semana
El pasuk en Devarim 16:14 dice “vesamajta bejagueja”. La Guemará (Moed Katán 8b) deduce que uno no se debe casar en este día, y nos enseña “bejagueja velo beishteja”, que significa “en tus días festivos, pero no con tu esposa”.
Rambam (Hiljot Yom Tov 7:16) explica que la alegría que uno siente en el día de su boda, especialmente por el amor a su esposa, es tan grande, que hacer una casamiento en Jol Hamoed crearía un caso de “ein mearvin simjá besimjá” – “no programes dos ocasiones festivas al mismo tiempo” (Leyes del matrimonio de Rambam, 10:4)
Written as an accompaniment to Rabbi Sacks’ weekly Covenant & Conversation essay, the
Family Edition
is aimed at connecting teenagers with his ideas and thoughts on the parsha.
El poder profundo de la alegría
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Reé
El poder profundo de la alegría
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La parashá en pocas palabras
Este resumen es una adaptación del ensayo principal del Rabino Sacks, disponible en www.rabbisacks.org/covenant-conversation/reeh/el-poder-profundo-de-la-alegria.
Moshé nos enseña más de una vez que debemos sentir alegría en la tierra de Israel, la tierra que nos fue dada por Dios, el lugar hacia el cual ha sido la travesía de toda la vida judía desde los días de Abraham y Sara. Ahí, dijo Moshé, celebrarás el amor entre el pequeño, y de alguna forma insignificante pueblo, y el Dios que, tomándolo como propio, lo elevó a la grandeza.
Será allí, dijo Moshé, que toda la enmarañada narrativa de la historia judía se volverá lúcida, donde todo un pueblo cantarán juntos, rezarán juntos y celebrarán las festividades juntos, sabiendo que la historia no trata de imperio o conquista, ni la sociedad de jerarquía y poder, que el hombre común y el rey, el israelita y el sacerdote son todos iguales ante la visión de Dios, todas voces de su coro sagrado, todos bailarines en el círculo en cuyo centro está la radiación Divina. De esto se trata el pacto: de la transformación de la condición humana a través de lo que Wordsworth llamó “el poder profundo de la alegría.”
Aristóteles dijo que el fin último de la existencia humana es la felicidad. Deseamos muchas cosas, pero generalmente como medio para otro objetivo. Sólo una cosa es siempre deseable en sí misma y no como medio indirecto, y esa es la felicidad.
Existe una idea similar en el judaísmo. La palabra bíblica para felicidad, ashrei, es la primera palabra del Libro de Salmos y es una palabra es nuestras tefilot diarias. Pero con mucha más frecuencia el Tanaj se refiere a simja, alegría, y son dos cosas distintas. La felicidad es algo que puede sentirse en forma individual, pero la alegría, en el Tanaj, es lo que se comparte con otros. En una de las más extraordinarias frases de la Torá, Moshé dice que las maldiciones que caerán sobre la nación serán, no por haber servido a ídolos o por haber abandonado a Dios sino “por no haber servido al Señor tu Dios con alegría y regocijo por la abundancia de todas las cosas” (Devarim 28:47). El hecho de no hacerlo es la primera señal de decadencia y deterioro.
Hay otras diferencias. La felicidad es algo de toda la vida pero la alegría es del momento. La felicidad tiende a ser una emoción calma, la alegría impulsa a cantar y bailar. Es difícil ser feliz en momentos de incertidumbre, pero igual se pueden tener momentos de alegría.
Es cierto, la vida está llena de penas y sinsabores, problemas y dolor, pero bajo todo eso es un milagro que estemos aquí, en un universo repleto de belleza, entre gente que llevan, cada una, un trazo de la cara de Dios.
Kirkegaard una vez escribió: “Se necesita coraje moral para penar. Se necesita coraje religioso para regocijarse.” Creo en esto con todo mi corazón. Me moviliza la forma en que los judíos, que saben lo que significa caminar por el valle de las sombras de la muerte, aún ven la alegría como la emoción religiosa suprema. Cada día comenzamos los rezos matinales con Modé Aní, seguido por una letanía de agradecimientos. Agradecemos a Dios por estar aquí, en el mundo en el que vivimos, con familia y amigos a quienes amar y por quienes ser amados, por comenzar un día lleno de posibilidades, en el cual, mediante actos de bondad amorosa, permitimos que la presencia de Dios fluya a través de nosotros en la vida de otros. La alegría contribuye a sanar las heridas de nuestro mundo lastimado y problematizado.
Compartiendo la alegría con otros
Por El Rabino Nicky Liss
En el ensayo de esta semana, el Rabino Sacks habla acerca del poder de la alegría pura y radiante, y cómo ésta nos puede ayudar a curar algunas de las heridas de nuestro mundo. La alegría, dice, a diferencia de la felicidad, es algo que compartes con los demás. Y la alegría era una parte central del enfoque de la vida para el Rabino Sacks. Como dice el Rey David en Tehilim (100:2) ivdu et Hashem besimjá – “sirve al Señor con alegría” – yo sentí esta sensación de alegría en (al menos) dos ocasiones memorables con el Rabino Sacks.
La primera fue en el Consejo Rabínico de la conferencia de United Synagogue en febrero de 2013. Recuerdo vívidamente al Rabino Sacks liderando unos cantos inspiradores en un kumzitz tarde en la noche. Entre las canciones, él y nuestro becario en residencia el Rabino Herschel Schachter (Rosh Yeshiva en Yeshiva University), hablaron apasionadamente acerca de varios maestros que dieron forma a la travesía de sus vidas. Esa noche fue un ejemplo de alegría pura y radiante, y nos ayudó a pensar acerca de nuestras propias travesías como rabinos.
En otra ocasión, ese mismo año, en una visita a Highgate un viernes por la noche experimentamos un Kabalat Shabat como ningún otro, cuando el Rabino Sacks acercó nuestra comunidad a Hashem con una tefilá emocionante y hermosa. Después de Kabalat Shabat, se levantó para hablar desde el púlpito, pero sintiendo la distancia que esto creaba entre él y la entusiasmada comunidad, bajó los escalones hacia la comunidad, donde se paró y compartió un poderoso divrei Torá con nosotros.
Esa noche, a través del rezo y las palabras de sabiduría que compartió, pudimos sentir lo que el Rabino Sacks escribió en su ensayo acerca de permitir que la presencia de Dios fluya a través de nosotros hacia la vida de otros.
UNA MIRADA MÁS CERCANA
El Rabino Liss comparte algunas de las ideas más profundas que aprendió del Rabino Sacks.
¿Cuál es tu cita favorita del Rabino Sacks y por qué?
El Rabino Sacks lanzó su serie Diez caminos a Dios en el Shul de Highgate en noviembre de 2018, y en durante el cierre de la primera sesión del programa, enseñó: “Nuestra tareas es ser sinceros a nuestra fe y una bendición para otros: una bendición para otros porque somos sinceros a nuestra fe. Ser judío es traer redención, un día a la vez, un acto a la vez. Cada mitzvá, cada palabra o acto amable, cada acto de compartir lo que tenemos con otros, acerca la Divina Presencia al mundo. Al reconocer la imagen de Dios en otras personas, ayudamos a recrear el mundo a imagen de Dios.”
Esta cita es un ejemplo del comportamiento que lleva a una alegría pura, profunda y radiante que nos ayuda a curar algunas de las heridas de nuestro mundo plagado de problemas.
¿Puedes compartir algo que aprendiste del propio Rabino Sacks?
Hay muchas lecciones que el Rabino Sacks nos enseñó. Voy a compartir tres mensajes que tuvieron un impacto en mí:
Como el Rabino Sacks escribió en su elegía acerca del fallecido Sir Martin Gilbert, “Lo vamos a extrañar profundamente, pero como dijeron los sabios ‘sus palabras serán su memorial’ y durarán por siempre.”
Trivia de Torá
P: ¿En qué parte de esta parashá podemos encontrar la costumbre de no casarnos en Jol Hamoed Pesaj y Jol Hamoed Sucot?
Complemento educativo
Trivia de Torá: la respuesta de esta semana
El pasuk en Devarim 16:14 dice “vesamajta bejagueja”. La Guemará (Moed Katán 8b) deduce que uno no se debe casar en este día, y nos enseña “bejagueja velo beishteja”, que significa “en tus días festivos, pero no con tu esposa”.
Rambam (Hiljot Yom Tov 7:16) explica que la alegría que uno siente en el día de su boda, especialmente por el amor a su esposa, es tan grande, que hacer una casamiento en Jol Hamoed crearía un caso de “ein mearvin simjá besimjá” – “no programes dos ocasiones festivas al mismo tiempo” (Leyes del matrimonio de Rambam, 10:4)
Written as an accompaniment to Rabbi Sacks’ weekly Covenant & Conversation essay, the Family Edition is aimed at connecting teenagers with his ideas and thoughts on the parsha.