Aun antes de haber nacido, Yaakov y Esav luchaban en el vientre de su madre. Parece ser que estaban destinados a ser adversarios eternamente. No solo eran diferentes en carácter y apariencia. También tenían diferentes lugares en el cariño de sus padres:
Los niños crecieron, y Esav se convirtió en un habilidoso cazador, un hombre del campo, mientras que Yaakov era un hombre tranquilo, que moraba en las tiendas. Itzjak, a quien le gustaba la carne de caza, amaba a Esav, pero Rivka amaba a Yaakov.
Gén. 25:27
Sabemos por qué Rivka amaba a Yaakov. Antes de que nacieran los mellizos, los dolores de Rivka eran tan fuertes que “fue a consultar al Señor”. Y esto es lo que le fue dicho:
“Dos naciones hay en tu vientre, y dos pueblos se separarán de tí; un pueblo será más fuerte que el otro, el mayor servirá al menor.
Gén. 25:23
Dios parece estar diciendo que el joven será quien prevalezca y el que lleve adelante el peso de la historia, entonces fue al joven, Yaakov, a quien ella amó.
En este caso, ¿por qué Itzjak amaba a Esav? ¿No sabía acerca de la profecía de Rivka? ¿Acaso ella no le había contado? Además, ¿no sabía que Esav era salvaje e impetuoso? ¿Podemos realmente tomar en forma literal la proposición de que Itzjak amaba a Esav porque “le gustaba la carne de caza”, como si sus emociones fueran determinadas por su estómago, por el hecho de que su hijo mayor le traía la comida que amaba? Ciertamente no, cuando el futuro del pacto estaba juego.
La respuesta clásica, dada por Rashi, escucha atentamente al texto literal. Esav, dice la Torá, “sabía cómo atrapar (yodea tzaid)”. Itzjak lo amaba “porque atrapaba con su boca (ki tzaid befiv)”. Esav, dice Rashi, atrapó a Itzjak a través de su boca. Este es el comentario de Rashi a “sabía cómo atrapar”:
Él sabía cómo atrapar y engañar a su padre con su boca. Le preguntaba “Padre, ¿debo separar el diezmo de la sal y la paja?” Por lo que su padre lo creía estricto en la observancia de los mandamientos.
Rashi a 25:27
Esav sabía muy bien que la sal y la paja no requieren diezmo, pero preguntaba para dar la impresión de que era estrictamente religioso. Y aquí está el comentario de Rashi a la frase de que Itzjak lo amaba “porque atrapaba con su boca”:
La explicación midráshica es que Esav atrapaba con su boca, ya que su atrapaba y engañaba a su padre con sus palabras.
Rashi 25:28
El Maguid de Dubno agrega un comentario perceptivo acerca de por qué Itzjak, y no Rivka, fue engañado. Rivka creció con el artero Labán. Sabía reconocer el engaño cuando lo veía. Itzjak, en contraste, había crecido con Abraham y Sara. Sólo conocía la honestidad total y era, por lo tanto, fácil engañarlo. (Bertrand Russel contó una vez acerca del filósofo G. E. Moore, a quién lo escuchó decir una mentira una única vez, cuando le preguntó si alguna vez había mentido, Moore respondió “Sí”).
Entonces, la respuesta clásica es que Itzjak amaba a Esav porque simplemente no sabía quién o qué era Esav. Pero hay otra respuesta posible: Itzjak amaba a Esav precisamente porque sabía lo que Esav era.
A principios del siglo XX alguien le trajo el siguiente dilema al gran Rabino Abraham Itzjak Kook, el primer Rabino Jefe del pre-Estado de Israel. La persona le había dado a su hijo una buena educación judía. Siempre habían cuidado los mandamientos en su hogar. Ahora, sin embargo, se había alejado del judaísmo. Ya no cuidaba los mandamientos. Ni siquiera se identificaba como judío. ¿Qué debía hacer el padre? “¿Amabas a tu hijo cuando era religioso?”, preguntó el Rabino Kook. “Por supuesto”, respondió el padre. “Entonces”, respondió el Rabino Kook, “Ahora debes amarlo aún más.”
A veces el amor puede hacer lo que las reprimendas no. Puede ser que la Torá nos esté diciendo que Itzjak era todo menos ciego a la naturaleza de su hijo mayor. Pero si tienes dos hijos, uno que se comporta bien, el otro susceptible a terminar mal, ¿a quién le debes dedicar más atención? ¿Con cuál debes pasar más tiempo?
Es posible que Itzjak amara más a Esav no a ciegas, sino con sus ojos abiertos, sabiendo que habrían momentos en que su hijo le generaría pesar, pero sabiendo también que la responsabilidad moral de la paternidad demanda que no perdamos la esperanza en o repudiemos a un hijo rebelde.
¿Tuvo algún efecto sobre Esav el amor de Itzjak? Si y no. Es claro que había un vínculo especial de conexión entre Esav e Itzjak. Esto fue reconocido por los sabios:
Rabi Shimón ben Gamliel dijo: Ningún hombre ha honrado a su padre como yo he honrado a mi padre, pero encuentro que Esav honró a su padre incluso más.
Devarim Rabá 1:15
Rabi Shimón deriva esto del hecho que las personas usualmente sirven a sus padres vistiendo ropas comunes y guardan sus mejores ropas para cuando salen. Esav, sin embargo, tenía preparadas sus mejores ropas para servir a su padre la comida que había ido a cazar. Es por eso que Yaakov pudo vestirlas mientras Esav se encontraba fuera cazando (Gén. 27:14)
Encontramos que, mucho más adelante en la Torá, Dios le prohíbe a los israelitas hacer la guerra contra los descendientes de Esav. Le dice a Moshé:
Dale al pueblo estas órdenes: “Están próximos a pasar por el territorio de tus hermanos los descendientes de Esav, que viven en Seir. Ellos les temerán, pero sean cuidadosos. No los provoquen a la guerra, ya que Yo no les daré porción de su tierra, ni siquiera porción suficiente para poner tus pies. Le He dado a Esav las tierras montañosas de Seir como suya propia.”
Deut. 2:4-5
Y más adelante Moshé comandó a los israelitas:
No odies al edomita (un descendiente de Esav), ya que es tu hermano.
Deut. 23:8
Los sabios vieron estos mandamientos como una recompensa duradera a Esav por la forma en que honró a su padre.
Entonces, ¿estuvo Itzjak en lo correcto al amar a Esav o no? Esav correspondió el amor, pero siguió siendo Esav, el cazador, el hombre del campo, no el hombre que continuaría el demandante pacto con el Dios invisible y los sacrificios espirituales que Él demanda. No todos los hijos siguen el camino de sus padres. Si fue la intención de Itzjak que Esav lo siguiera, fracasó.
Pero hay algunos fracasos que son honorables. Amar a tus hijos, sin importar en qué se convierten, es uno de ellos, porque con certeza es así como Dios nos ama.
¿Cuál fue el resultado positivo del amor de Itzjak por Esav?
Las diferentes formas de paternidad Itzjak y Rivka, ¿fueron causadas por sus propios hermanos rebeldes?
El Rabino Sacks cuestiona si Rivka le dijo a Itzjak acerca de la profecía. ¿Qué crees tú? ¿Puedes encontrar otros ejemplos en la Torá en que Rivka e Itzjak hablan entre ellos?
¿Por qué Itzjak amaba a Esav?
תולדות
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Aun antes de haber nacido, Yaakov y Esav luchaban en el vientre de su madre. Parece ser que estaban destinados a ser adversarios eternamente. No solo eran diferentes en carácter y apariencia. También tenían diferentes lugares en el cariño de sus padres:
Sabemos por qué Rivka amaba a Yaakov. Antes de que nacieran los mellizos, los dolores de Rivka eran tan fuertes que “fue a consultar al Señor”. Y esto es lo que le fue dicho:
Dios parece estar diciendo que el joven será quien prevalezca y el que lleve adelante el peso de la historia, entonces fue al joven, Yaakov, a quien ella amó.
En este caso, ¿por qué Itzjak amaba a Esav? ¿No sabía acerca de la profecía de Rivka? ¿Acaso ella no le había contado? Además, ¿no sabía que Esav era salvaje e impetuoso? ¿Podemos realmente tomar en forma literal la proposición de que Itzjak amaba a Esav porque “le gustaba la carne de caza”, como si sus emociones fueran determinadas por su estómago, por el hecho de que su hijo mayor le traía la comida que amaba? Ciertamente no, cuando el futuro del pacto estaba juego.
La respuesta clásica, dada por Rashi, escucha atentamente al texto literal. Esav, dice la Torá, “sabía cómo atrapar (yodea tzaid)”. Itzjak lo amaba “porque atrapaba con su boca (ki tzaid befiv)”. Esav, dice Rashi, atrapó a Itzjak a través de su boca. Este es el comentario de Rashi a “sabía cómo atrapar”:
Esav sabía muy bien que la sal y la paja no requieren diezmo, pero preguntaba para dar la impresión de que era estrictamente religioso. Y aquí está el comentario de Rashi a la frase de que Itzjak lo amaba “porque atrapaba con su boca”:
El Maguid de Dubno agrega un comentario perceptivo acerca de por qué Itzjak, y no Rivka, fue engañado. Rivka creció con el artero Labán. Sabía reconocer el engaño cuando lo veía. Itzjak, en contraste, había crecido con Abraham y Sara. Sólo conocía la honestidad total y era, por lo tanto, fácil engañarlo. (Bertrand Russel contó una vez acerca del filósofo G. E. Moore, a quién lo escuchó decir una mentira una única vez, cuando le preguntó si alguna vez había mentido, Moore respondió “Sí”).
Entonces, la respuesta clásica es que Itzjak amaba a Esav porque simplemente no sabía quién o qué era Esav. Pero hay otra respuesta posible: Itzjak amaba a Esav precisamente porque sabía lo que Esav era.
A principios del siglo XX alguien le trajo el siguiente dilema al gran Rabino Abraham Itzjak Kook, el primer Rabino Jefe del pre-Estado de Israel. La persona le había dado a su hijo una buena educación judía. Siempre habían cuidado los mandamientos en su hogar. Ahora, sin embargo, se había alejado del judaísmo. Ya no cuidaba los mandamientos. Ni siquiera se identificaba como judío. ¿Qué debía hacer el padre? “¿Amabas a tu hijo cuando era religioso?”, preguntó el Rabino Kook. “Por supuesto”, respondió el padre. “Entonces”, respondió el Rabino Kook, “Ahora debes amarlo aún más.”
A veces el amor puede hacer lo que las reprimendas no. Puede ser que la Torá nos esté diciendo que Itzjak era todo menos ciego a la naturaleza de su hijo mayor. Pero si tienes dos hijos, uno que se comporta bien, el otro susceptible a terminar mal, ¿a quién le debes dedicar más atención? ¿Con cuál debes pasar más tiempo?
Es posible que Itzjak amara más a Esav no a ciegas, sino con sus ojos abiertos, sabiendo que habrían momentos en que su hijo le generaría pesar, pero sabiendo también que la responsabilidad moral de la paternidad demanda que no perdamos la esperanza en o repudiemos a un hijo rebelde.
¿Tuvo algún efecto sobre Esav el amor de Itzjak? Si y no. Es claro que había un vínculo especial de conexión entre Esav e Itzjak. Esto fue reconocido por los sabios:
Rabi Shimón deriva esto del hecho que las personas usualmente sirven a sus padres vistiendo ropas comunes y guardan sus mejores ropas para cuando salen. Esav, sin embargo, tenía preparadas sus mejores ropas para servir a su padre la comida que había ido a cazar. Es por eso que Yaakov pudo vestirlas mientras Esav se encontraba fuera cazando (Gén. 27:14)
Encontramos que, mucho más adelante en la Torá, Dios le prohíbe a los israelitas hacer la guerra contra los descendientes de Esav. Le dice a Moshé:
Y más adelante Moshé comandó a los israelitas:
Los sabios vieron estos mandamientos como una recompensa duradera a Esav por la forma en que honró a su padre.
Entonces, ¿estuvo Itzjak en lo correcto al amar a Esav o no? Esav correspondió el amor, pero siguió siendo Esav, el cazador, el hombre del campo, no el hombre que continuaría el demandante pacto con el Dios invisible y los sacrificios espirituales que Él demanda. No todos los hijos siguen el camino de sus padres. Si fue la intención de Itzjak que Esav lo siguiera, fracasó.
Pero hay algunos fracasos que son honorables. Amar a tus hijos, sin importar en qué se convierten, es uno de ellos, porque con certeza es así como Dios nos ama.
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