El nacimiento de una nueva libertad

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Presenciar el nacimiento de una idea nueva es un poco como observar el nacimiento de una galaxia a través del Telescopio Espacial Hubble. Podemos presenciar un evento como ese en un comentario rabínico a un versículo clave de la parashá de esta semana.

La forma de verlo es hacer la pregunta: ¿cuál es la palabra hebrea para libertad? Instintivamente, respondemos jerut. Después de todo, decimos que Dios nos trajo me avdut le jerut, “de la esclavitud a la libertad.”

Llamamos a Pesaj, la festividad de la libertad, ‘Zeman Jerutenu’. Entonces resulta sorprendente descubrir que la Torá, y el Tanaj como un todo, no utilizan ni una sola vez la palabra jerut en el sentido de libertad, y utilizan sólo una vez la palabra, o al menos la palabra relacionada jarut, con otro significado.

Existen dos palabras bíblicas para la libertad. Una es jofshi/jofesh, usada en conexión con la liberación de esclavos (como en Éx. 21:2). Esa es también la palabra usada en el himno nacional de Israel, Hatikva, que habla de “la esperanza de dos mil años de ser un pueblo libre (am jofshi) en nuestra tierra.”

La otra es dror, usada en conexión con el año de jubileo, grabada en la Campana de la Libertad en Filadelfia:

“Proclama la libertad (dror) en toda la tierra y sobre todos los habitantes.”

Lev. 25:10

La misma palabra aparece en las grandes palabras de Isaías:

“Para curar a los que tienen el corazón roto, para proclamar la libertad (dror) de los cautivos.” (Is. 61:1)

Sin embargo, los sabios acuñaron una nueva palabra. He aquí el pasaje en el que ocurre:

“Las Tablas fueron el trabajo de Dios, y las escrituras fueron las escrituras de Dios, grabadas (jarut) en las tablas.” (Éx. 32:16) No leas jarut, “grabado” sino jerut, “libertad,” ya que sólo la persona que se ocupa en el estudio de Torá es una persona que es realmente libre.

Avot 6:2

La referencia es a las primeras tablas dadas por Dios a Moshé justo antes del pecado del Becerro de Oro. Esta es la única vez que aparece la raíz j-r-t (con tav), pero una palabra relacionada, j-r-t (con tet) aparece en la historia del Becerro de Oro, cuando la Torá nos dice que Aarón le dió forma con un jeret, una “herramienta de grabado.” Los magos egipcios son llamados jartumim, que significa “grabadores de jeroglíficos.” ¿Entonces cómo una palabra que significa “grabado” llegó a significar “libertad”?

Adicionalmente, ¿por qué era necesario un nuevo término para la libertad? Si la lengua hebrea ya tenía dos, ¿por qué era necesario un tercero? ¿Y por qué esta palabra — grabado? Para responder estas preguntas, hagamos un ejercicio de arqueología conceptual.

Jofesh/jofshi es en lo que se convierte un esclavo cuando él o ella es liberado. Significa que puede hacer lo que desee. No hay nadie que le ordene que debe hacer. Esta palabra está relacionada con jafetz, “deseo” y japes, “buscar.” Jofesh es la libertad para perseguir tus deseos. Es lo que los filósofos llaman libertad negativa. Significa ausencia de coerción.

Jofesh es suficiente para la libertad individual. Pero no constituye una libertad colectiva. Una sociedad en la que cada uno es libre para hacer lo que quiere no sería una sociedad libre. Sería, cuanto menos, como la sociedad que vimos en las calles de Londres y Manchester en el verano de 2011, con personas destruyendo escaparates, saqueando y asaltando a extranjeros.

Sería como los estados fallidos de hoy en día: una sociedad sin el imperio de la ley, sin un gobierno efectivo, una policía honesta, o cortes de justicia independientes. Sería lo que Hobbes llamó “la guerra de cada hombre contra cada hombre.” Algo así es a lo que se refiere el último versículo del libro de Jueces: “En aquellos días no había rey en Israel, cada uno hacía lo que estaba bien ante sus ojos.”

Una sociedad libre necesita leyes. Pero las leyes son una limitación de la libertad. Me prohíbe hacer algo que yo quizas deseo hacer. ¿Cómo reconciliamos la ley y la libertad? Esa es una pregunta en el corazón del judaísmo – que es una religión tanto de ley como de libertad.

Para responder esto, los Sabios hicieron un salto de la imaginación extraordinario. Considera dos formas de escritura en tiempos antiguos. Una es usar tinta en un papiro, otra es grabar las palabras en piedra. Hay una diferencia marcada entre estos dos métodos. La tinta y el papiro son dos materiales diferentes. La tinta es externa al papiro. Es sobrepuesta sobre él, y no se vuelve parte del papiro. Sigue siendo diferente, y por lo tanto puede ser borrada y removida. Pero un grabado no usa una sustancia nueva. Está grabado en la piedra misma. Se vuelve parte de ella, y no puede ser obliterado fácilmente.

Ahora considera estas dos formas de escritura como metáforas de la ley. Hay una ley impuesta externamente. Las personas la cumplen porque temen ser atrapados y castigados si no lo hacen. Pero si hay una chance de que no sean atrapados, la violan, ya que la ley no ha cambiado sus deseos. Ese tipo de ley – impuesta sobre nosotros como la tinta sobre el papiro – es una limitación de la libertad.

Pero puede existir un tipo diferente de sociedad en el que las personas cumplen la ley no porque temen ser atrapados y castigados, sino porque conocen la ley, la han estudiado, la comprenden, la han internalizado, y se ha vuelto una parte de quienes son. Ya no desean hacer lo que la ley prohíbe porque ahora saben que está mal y luchan contra sus propios tentaciones y deseos. Una ley tal no requiere policía porque no está basada en una fuerza externa sino en la transformación interna a través del proceso de educación. La ley es como palabras grabadas en piedra.

Imagina una sociedad así. Puedes caminar por las calles sin miedo. No necesitas paredes altas y alarmas para mantener tu casa segura. Puedes dejar tu auto abierto y aun así esperar encontrarlo en su lugar cuando vuelvas. Las personas cumplen la ley porque se preocupan por el bien común. Esa es una sociedad libre.

Ahora imagina el otro tipo de sociedad, que necesita una fuerte presencia policial, vigilancia constante, esquemas de vigilancia en los barrios, dispositivos y personal de seguridad, y aun las personas temen caminar solas en la noche. Las personas piensan que son libres porque les han enseñado que la moralidad es relativa, y que puedes hacer lo que quieras siempre que no dañes a otros. Nadie que ha visto una sociedad tal puede creer seriamente que es una sociedad libre. Puede que los individuos sean libres, pero la sociedad como un todo debe estar en guardia constante porque está constantemente en riesgo. Es una sociedad con poca confianza y mucho miedo.

De ahí el brillante nuevo concepto que emergió en el judaismo rabinico: jerut, la libertad que alcanza una sociedad – de la cual los judios fueron llamados a ser pioneros – donde las personas no sólo saben la ley sino que la estudian constantemente hasta que está grabada en sus corazones como los mandamientos estuvieron grabados una vez en piedra. Eso es a lo que se refieren los sabios cuando dicen “No leas jarut, “grabado” sino jerut, “libertad,” ya que sólo la persona que se ocupa en el estudio de Torá es una persona que es realmente libre.” En una sociedad tal, cumples la ley porque quieres, porque habiendo estudiado la ley entiendes por que esta ahi. En una sociedad tal no hay conflicto entre la ley y la libertad.

¿De dónde tomaron esta idea los sabios? Yo creo que proviene de su profundo entendimiento de lo que Jeremías quería decir cuando hablo del pacto renovado que entraría en efecto una vez que los judios retornaran después del exilio en Babilonia. El pacto renovado, dijo, “no será como el pacto que Yo hice con sus padres cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto… Este es el pacto que Yo haré con la casa de Israel después de ese tiempo – declara el Señor – Yo pondré Mi ley en sus mentes y la escribiré en sus corazones…” (Jer. 31:31-33)

Muchos siglos más tarde Josefo registró que esto realmente había sucedido. “Si a alguien de nuestra nación se le pregunta acerca de nuestras leyes, las repetirá tan fácilmente como su propio nombre. El resultado de nuestro minucioso estudio de nuestras leyes desde el alba de nuestra inteligencia es que está, por así decirlo, grabadas en nuestras almas.”

Hasta este día muchos aún no comprenden totalmente esta idea revolucionaria. Las personas aún piensan que una sociedad libre puede ser creada simplemente a través de elecciones democráticas y estructuras políticas. Pero la democracia, como dijo Alexis de Tocqueville hace mucho tiempo, puede simplemente convertirse en “la tiranía de la mayoría."

La libertad nace en la escuela y en las casas de estudio. Esa es la libertad de la que el pueblo que ha dedicado su tiempo a estudiar, comprender e internalizar la ley más que cualquier otro, sigue siendo pionero. ¿Qué es el pueblo judio? Una nación de abogados constitucionalistas. ¿Por qué? Porque solo cuando la ley está grabada en nuestras almas podemos alcanzar la libertad colectiva sin sacrificar la libertad individual. Eso es jerut la contribución más grande del judaísmo a la idea y la práctica de la libertad.

questions spanish table 5783 preguntas paea la mesa de shabat
  1. ¿Por qué crees que estudiar las leyes es importante, en lugar de sólo conocerlas?
  2. ¿Qué sucede con una regla cuando realmente entiendes por qué existe?
  3. ¿Cómo puede transicionar una sociedad de leyes como “tinta sobre un papiro” a estar “grabadas” en los corazones de sus ciudadanos?

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